El miercoles 25 de mayo, voceros y voceras de la Sala de Batalla Social "Florencio Hernandez Reyes" asistieron a la Plaza Bolivar del Municipio San Felipe, con la finalidad de rechazar las sanciónes "unilaterales" e "ilegales" impuestas por Washington contra la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), por mantener relaciones comerciales con Iran, pais miembro de la OPEC.
Estos actos carecen de legitimidad en el derecho internacional porque son un intento de gobernar sobre las actividades de las empresas, los individuos o los gobiernos fuera de los EE.UU., y por lo tanto fuera de la jurisdicción de la ley estadounidense. Sin embargo, la legalidad internacional nunca le ha preocupado al imperialismo.
Los gobernantes de los EE.UU. se creen con el derecho de dictar a otros países con quien hacen negocios, y si no obedecen, entonces "que se atengan a las consecuencias". Estos son los métodos, no del derecho internacional, sino de un padrino de la mafia.
Estas sanciones forman parte de un intento de Washington para aumentar la presión contra Irán en relación con su programa nuclear y constituyen un acto de intimidación descarada contra Venezuela. Ademas son parte de la campaña de propaganda contra Venezuela, en particular en el período previo a las cruciales elecciones presidenciales del 2012.
Venezuela es un país soberano y por lo tanto, goza de la libertad de establecer relaciones con los países del mundo que considere conveniente. El Gobierno Norteamericano no tiene ningún derecho a decirnos hacia dónde debe ir orientada nuestra política internacional.
Estos actos carecen de legitimidad en el derecho internacional porque son un intento de gobernar sobre las actividades de las empresas, los individuos o los gobiernos fuera de los EE.UU., y por lo tanto fuera de la jurisdicción de la ley estadounidense. Sin embargo, la legalidad internacional nunca le ha preocupado al imperialismo.
Los gobernantes de los EE.UU. se creen con el derecho de dictar a otros países con quien hacen negocios, y si no obedecen, entonces "que se atengan a las consecuencias". Estos son los métodos, no del derecho internacional, sino de un padrino de la mafia.
Estas sanciones forman parte de un intento de Washington para aumentar la presión contra Irán en relación con su programa nuclear y constituyen un acto de intimidación descarada contra Venezuela. Ademas son parte de la campaña de propaganda contra Venezuela, en particular en el período previo a las cruciales elecciones presidenciales del 2012.
Venezuela es un país soberano y por lo tanto, goza de la libertad de establecer relaciones con los países del mundo que considere conveniente. El Gobierno Norteamericano no tiene ningún derecho a decirnos hacia dónde debe ir orientada nuestra política internacional.
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